Ficha técnica
Autor: José Luis Sampedro
Editorial: Alfaguara
Año de edición: 1994
Número de páginas: 347
ISBN: 84-204-2180-4
Créditos imagen
Opinión
Este libro lo he leído ni sé las veces y no creo que pueda trasmitir lo mucho me gusta ya que es una lectura a la que le tengo mucho cariño al recordarme uno de sus personajes a mi abuela paterna.
Sampedro nos presenta a Salvatore Roncone –o Bruno como le llamaban sus compañeros partisanos-, un viejo campesino calabrés, testarudo y cascarrabias, que nunca ha salido de sus montañas –salvo en la Guerra- y que no está habituado al ritmo frenético de una gran ciudad. Sin embargo, tiene que dejar sus tierras para ir a casa de su hijo en Milán donde debe someterse a una revisión médica para ver cómo va la enfermedad que padece, o la Rusca como él lo llama. Además, allí conocerá a su nieto Bruno, una criatura que pondrá su mundo patas arriba y que hará despertar unos sentimientos nunca antes vividos.
A medida que pasamos las páginas iremos conociendo la vida de este viejo gruñón: su infancia, sus inicios como pastor siendo un niño, su época de partisano, las mujeres que pasaron por su vida, sus amigos y, cómo no, su gran enemigo el Cantanotte. Pero, a pesar de lo que pueda parece, no son Salvatore o su nieto Bruno los protagonistas de esta historia. El peso principal y sobre el que gira la trama no es otro que el amor, no sólo el romántico que también tiene su hueco, sino el amor en todas sus vertientes: el amor por la familia, los amigos, la tierra que nos ve nacer, la naturaleza y el amor a la vida.
José Luis Sampedro crea una novela tierna, llena de sentimientos, en la que el alma humana queda al descubierto a través de la evolución que sufre Salvatore desde su llega a Milán pero, sobre todo, con la entrañable relación que se establece entre el abuelo y su nieto. También con otros personajes, pero os dejo que lo descubráis por vosotros mismos. Aunque hay un narrador omnisciente que nos cuenta la historia se deja paso a los personajes para que nos cuenten en primera persona sus pensamientos. La abundancia de diálogo hace que el ritmo de lectura sea fluido pero no frenético, más bien pausado, pero no aburrido porque hay pasajes que nos dejan con una sonrisa en la cara hasta llegar a un final que se intuye pero que no quieres que llegue.
Con pinceladas autobiográficas, ya que Salvatore tiene muchas cosas de Sampedro –como dijo en el momento que se publicó por primera vez en 1985- y basándose en su relación con su nieto Miguel, el autor estructura su obra en capítulos cortos, con un lenguaje sencillo pero cuidado, poético es ocasiones, derrochando intensidad y ternura en esta obra atemporal -desde mi punto de vista- que hará las delicias, especialmente, de quienes tuvieron una estrecha relación con sus abuelos/as.
Al comienzo de la reseña os decía que le tengo mucho cariño a este libro, la primera vez que lo leí tenía veintiún años y acaba de fallecer mi abuela paterna de una enfermedad degenerativa. Una mujer de campo, como Salvatore, igual de cascarrabias que se traía su propia fruta porque decía que la que compraba mi madre en el supermercado no sabía ni olía a nada, es más, hay un pasaje en el libro en el Salvatore tira unas peras por la ventana por el mismo motivo. Como éste, hay muchos otros pasajes que me la recuerdan y no puedo evitar emocionarme cada vez que releo este libro.
Perdonar que me haya puesto un poco ñoña pero no me ha sido fácil escribir la reseña y espero haberos trasmitido lo que significa La sonrisa etrusca para mí.
25 noviembre 2024
18 noviembre 2024
Rebeca
Ficha técnica
Autora: Daphne du Maurier
Título original: Rebecca
Traductor: Fernando Calleja
Edición: 1ª ed.
Editorial: DeBolsillo
Año de edición: 2006
Número de páginas: 464
ISBN: 9788497938860
Créditos imagen
Opinión
Daphne du Maurier reconoció que se basó en sus propias vivencias en Cornualles para escribir la que es, quizá, su obra más conocida ya que su esposo estuvo prometido con una bella mujer y eso influyó en la gestación de Rebeca, uno de los clásicos modernos que goza de buenas críticas; merecidas o no, dependerá de quien lo lea.
“Anoche soñé que había vuelto a Manderley”, un inicio que da pie a nuestra narradora y protagonista para contarnos lo que vivió en la mansión de la familia Winter. Para ello nos trasladamos a Mónaco donde la protagonista, de la que no sabremos ni su nombre ni su edad exacta, se dedica a ser dama de compañía de una señora acomodada. Allí conocerá a Max Winter, un hombre maduro que ha enviudado recientemente y a quien persigue el recuerdo de esposa Rebeca.
Será la señora Van Hopper, la dama para la que trabaja la protagonista, quien le dé a conocer a ésta al Sr. de Winter que, tras un breve cortejo, le propondrá matrimonio. Tras el viaje de novios la pareja regresa a Manderley, una mansión en la que todo recuerda a Rebeca, la anterior Sra. de Winter.
A partir de aquí la historia se vuelve un poco siniestra y conoceremos el porqué Max Winter se siente perseguido por el recuerdo de su anterior esposa, también iremos conociendo un poco más a la protagonista y al resto de los personajes, incluido la propia Rebeca a quien todo el mundo parecía adorar pero, como dice el refrán, no es oro todo lo que reluce.
Du Maurier crea una historia muy bien escrita y con unas descripciones maravillosas que trasladan al lector a Manderley y le hacen sentir ese halo misterioso que se cierne sobre la mansión y entorno a la figura de Rebeca en el que tiene un peso relevante la Sra. Danvers, el ama de llaves, un personaje oscuro –y no sólo porque vista de negro- que hace todo lo posible porque la nueva Sra. de Winter se sienta incómoda y todo le recuerde a Rebeca. Éste es el personaje que más me ha gustado y el que mejor recreado está, a mi parecer, tanto desde el punto de vista físico como psicológico.
Con la nueva Sra. de Winter no he conseguido empatizar en ningún momento, ya que es un personaje tímido y retraído al que le falta carácter y que recuerda a un perrito faldero que no hace nada para disgustar a quienes la rodean. Además, sus películas mentales me sacaban de la historia y en más de una ocasión me han ofuscado por lo anteriormente mencionado, su falta de carácter.
Max Winter tampoco ha sido santo de mi devoción ya que me ha resultado frío y calculador, déspota en más de una ocasión con su nueva esposa pese a que hay algo en su pasado que “puede” justificar un poco su forma de actuar y lo entrecomillo porque, para mí, no tiene justificación ninguna.
Entre los secundarios destacaría a Beatrice, la hermana de Max, una mujer con fuerte personalidad que dice lo que piensa y que, junto a Crawley –el administrador de Manderley- es de los pocos que se muestran agradables con la nueva Sra. de Winter.
Si los personajes no han logrado convencerme tampoco lo ha hecho el argumento en sí mismo. El comienzo y la sinopsis prometen una buena historia pero la primera mitad del libro se me ha hecho muy aburrida y demasiado lenta, es más, estuve tentada de abandonar su lectura y lo hubiera hecho si no hubiera sido porque se desvela un secreto que consiguió picar mi curiosidad. No obstante, el modo en el que se resuelve ese secreto me ha parecido que no se ha desarrollado de la mejor forma y el final no me ha parecido nada creíble.
Habrá quien piense que hay que tener en cuenta el año en el que se escribió, que las cosas en aquella época eran de otra manera, etc., etc. Hasta ahí estoy de acuerdo pero, aún teniendo esto en cuenta, hay algo que pasa en el esclarecimiento del secreto –y que no se tiene en cuenta- que echa por tierra todo el final y ha hecho que Rebeca me haya parecido una lectura sencilla y muy sobrevalorada.
Autora: Daphne du Maurier
Título original: Rebecca
Traductor: Fernando Calleja
Edición: 1ª ed.
Editorial: DeBolsillo
Año de edición: 2006
Número de páginas: 464
ISBN: 9788497938860
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Opinión
Daphne du Maurier reconoció que se basó en sus propias vivencias en Cornualles para escribir la que es, quizá, su obra más conocida ya que su esposo estuvo prometido con una bella mujer y eso influyó en la gestación de Rebeca, uno de los clásicos modernos que goza de buenas críticas; merecidas o no, dependerá de quien lo lea.
“Anoche soñé que había vuelto a Manderley”, un inicio que da pie a nuestra narradora y protagonista para contarnos lo que vivió en la mansión de la familia Winter. Para ello nos trasladamos a Mónaco donde la protagonista, de la que no sabremos ni su nombre ni su edad exacta, se dedica a ser dama de compañía de una señora acomodada. Allí conocerá a Max Winter, un hombre maduro que ha enviudado recientemente y a quien persigue el recuerdo de esposa Rebeca.
Será la señora Van Hopper, la dama para la que trabaja la protagonista, quien le dé a conocer a ésta al Sr. de Winter que, tras un breve cortejo, le propondrá matrimonio. Tras el viaje de novios la pareja regresa a Manderley, una mansión en la que todo recuerda a Rebeca, la anterior Sra. de Winter.
A partir de aquí la historia se vuelve un poco siniestra y conoceremos el porqué Max Winter se siente perseguido por el recuerdo de su anterior esposa, también iremos conociendo un poco más a la protagonista y al resto de los personajes, incluido la propia Rebeca a quien todo el mundo parecía adorar pero, como dice el refrán, no es oro todo lo que reluce.
Du Maurier crea una historia muy bien escrita y con unas descripciones maravillosas que trasladan al lector a Manderley y le hacen sentir ese halo misterioso que se cierne sobre la mansión y entorno a la figura de Rebeca en el que tiene un peso relevante la Sra. Danvers, el ama de llaves, un personaje oscuro –y no sólo porque vista de negro- que hace todo lo posible porque la nueva Sra. de Winter se sienta incómoda y todo le recuerde a Rebeca. Éste es el personaje que más me ha gustado y el que mejor recreado está, a mi parecer, tanto desde el punto de vista físico como psicológico.
Con la nueva Sra. de Winter no he conseguido empatizar en ningún momento, ya que es un personaje tímido y retraído al que le falta carácter y que recuerda a un perrito faldero que no hace nada para disgustar a quienes la rodean. Además, sus películas mentales me sacaban de la historia y en más de una ocasión me han ofuscado por lo anteriormente mencionado, su falta de carácter.
Max Winter tampoco ha sido santo de mi devoción ya que me ha resultado frío y calculador, déspota en más de una ocasión con su nueva esposa pese a que hay algo en su pasado que “puede” justificar un poco su forma de actuar y lo entrecomillo porque, para mí, no tiene justificación ninguna.
Entre los secundarios destacaría a Beatrice, la hermana de Max, una mujer con fuerte personalidad que dice lo que piensa y que, junto a Crawley –el administrador de Manderley- es de los pocos que se muestran agradables con la nueva Sra. de Winter.
Si los personajes no han logrado convencerme tampoco lo ha hecho el argumento en sí mismo. El comienzo y la sinopsis prometen una buena historia pero la primera mitad del libro se me ha hecho muy aburrida y demasiado lenta, es más, estuve tentada de abandonar su lectura y lo hubiera hecho si no hubiera sido porque se desvela un secreto que consiguió picar mi curiosidad. No obstante, el modo en el que se resuelve ese secreto me ha parecido que no se ha desarrollado de la mejor forma y el final no me ha parecido nada creíble.
Habrá quien piense que hay que tener en cuenta el año en el que se escribió, que las cosas en aquella época eran de otra manera, etc., etc. Hasta ahí estoy de acuerdo pero, aún teniendo esto en cuenta, hay algo que pasa en el esclarecimiento del secreto –y que no se tiene en cuenta- que echa por tierra todo el final y ha hecho que Rebeca me haya parecido una lectura sencilla y muy sobrevalorada.
11 noviembre 2024
La espuma de los días
Ficha técnica
Autor: Boris Vian
Título original: L'Écume des jours
Traductor: Joan Manuel Verdegal
Edición: 3ª ed.
Lugar de edición: Madrid
Editorial: Catedra
Año de edición: 2004
Número de páginas: 259
ISBN: 84-376-1796-0
Créditos imagen
Opinión
Ambientada en un universo cercano a lo surreal, típicamente representativo de la vida y de la obra de Boris Vian (1920-1959), La Espuma de los Días, calificada en su día por R. Queneau como «la más desgarradora novela de amor contemporánea», narra dos historias de amor paralelas protagonizadas por unos personajes de alma adolescente -distintas manifestaciones, en realidad, de un misma y única pugna: la de la pureza frente a un mundo hostil-. Sorprendidos primero, y luego superados por la lógica absurda de unos acontecimientos que no controlan -trasunto, en último término, de la lógica que rige la vida-, Colin y Chloé, Chik y Alise, asisten con impotencia a su inexorable y, a la postre, brutal expulsión del paraíso, revelándose la novela finalmente como la fúlgida y dolorosa metáfora de la destrucción de la inocencia.
Esta novela fue publicada en 1947 bajo seudónimo ya que Boris Vian fue casi marginado tras escribir Escupiré sobre vuestra tumba; novela de contenido violento, descarnado y pornográfico que escandalizó al público francés y le costó al escritor, también a su editor, un proceso judicial por corrupción de las buenas costumbres.
Sin embargo, La espuma de los días es todo lo contrario, una historia de amor trágico en un mundo fantástico y extraño -llega a extremos absurdos de irrealidad- en el que los protagonistas son invadidos por una extraña melancolía que acaba con ellos poco a poco.
Las situaciones narradas son extravagantes e incluso divertidas –hay momentos en los que da la sensación de estar dentro de un película de dibujos animados- lo que no quita que haya situaciones tristes o trágicas; que haberlas, haylas.
Sorprende la riqueza de matices, por un lado, y el uso imaginativo y surrealista del lenguaje, por otro, que tiñen de tristeza y poesía las páginas de este libro lleno de simbología (el nenúfar es un ejemplo de ello).
En suma, novela sorprendente que hará las delicias de quienes gusten de la literatura surrealista o quieran introducirse en ella.
Autor: Boris Vian
Título original: L'Écume des jours
Traductor: Joan Manuel Verdegal
Edición: 3ª ed.
Lugar de edición: Madrid
Editorial: Catedra
Año de edición: 2004
Número de páginas: 259
ISBN: 84-376-1796-0
Créditos imagen
Opinión
Ambientada en un universo cercano a lo surreal, típicamente representativo de la vida y de la obra de Boris Vian (1920-1959), La Espuma de los Días, calificada en su día por R. Queneau como «la más desgarradora novela de amor contemporánea», narra dos historias de amor paralelas protagonizadas por unos personajes de alma adolescente -distintas manifestaciones, en realidad, de un misma y única pugna: la de la pureza frente a un mundo hostil-. Sorprendidos primero, y luego superados por la lógica absurda de unos acontecimientos que no controlan -trasunto, en último término, de la lógica que rige la vida-, Colin y Chloé, Chik y Alise, asisten con impotencia a su inexorable y, a la postre, brutal expulsión del paraíso, revelándose la novela finalmente como la fúlgida y dolorosa metáfora de la destrucción de la inocencia.
Esta novela fue publicada en 1947 bajo seudónimo ya que Boris Vian fue casi marginado tras escribir Escupiré sobre vuestra tumba; novela de contenido violento, descarnado y pornográfico que escandalizó al público francés y le costó al escritor, también a su editor, un proceso judicial por corrupción de las buenas costumbres.
Sin embargo, La espuma de los días es todo lo contrario, una historia de amor trágico en un mundo fantástico y extraño -llega a extremos absurdos de irrealidad- en el que los protagonistas son invadidos por una extraña melancolía que acaba con ellos poco a poco.
Las situaciones narradas son extravagantes e incluso divertidas –hay momentos en los que da la sensación de estar dentro de un película de dibujos animados- lo que no quita que haya situaciones tristes o trágicas; que haberlas, haylas.
Sorprende la riqueza de matices, por un lado, y el uso imaginativo y surrealista del lenguaje, por otro, que tiñen de tristeza y poesía las páginas de este libro lleno de simbología (el nenúfar es un ejemplo de ello).
En suma, novela sorprendente que hará las delicias de quienes gusten de la literatura surrealista o quieran introducirse en ella.
04 noviembre 2024
El taller de libros prohibidos
Ficha técnica
Autora: Olalla García
Editorial: Ediciones B
Lugar de edición: Barcelona
Año de edición: 2018
Número de páginas: 571
ISBN: 9788466664332
Créditos imagen
Opinión
Esta novela nos traslada a la ciudad universitaria de Alcalá de Henares a mediados del siglo XVI donde conoceremos a Inés Ramírez, una joven viuda que debe hacerse cargo del negocio que hereda de su marido: un taller de libros.
Pese a que Inés es una joven recatada y obediente, que debe guardar luto, decide continuar con el negocio de su esposo y tomar las riendas del taller. Entre las llaves que tenía Antonio, su marido, hay dos que le son desconocidas y quiere averiguar qué abren porque está segura que su difunto tenía algo que esconder.
A partir de aquí Inés se verá envuelta en una situación compleja en la que los naipes marcados y una hoja con nombres mitológicos pondrán su vida patas arriba cuando empieza a descubrir en qué asuntos turbios estaba envuelto Antonio.
No estará sola ante el peligro porque contará con la inestimable ayuda de Pierre, un joven tirador gascón que trabaja en la imprenta de su cuñado, y con la del padre Eusebio, un sacerdote jesuita, que le ayuda con la pieza clave para que todas las demás encajen en su lugar y el misterio de Antonio quede resuelto.
Pese a que Inés es la protagonista principal El taller de libros prohibidos es una novela coral que cuenta tanto con personajes ficticios como reales y la lista de dramatis personae que se incluye al final nos ayuda a saber quién es quien. Entre estos secundarios destacaría el personaje de María Ramírez, la hermana de Inés, una mujer de carácter y pensamientos feministas demasiado adelantados para la época.
Decía que Inés es la protagonista pero también lo son los libros y todo su mundo porque conoceremos cómo funcionaba una imprenta de aquella época, los tipos de papel y los diferentes tamaños, las tintas, las guardas y todo lo esencial para dar vida a un libro y para no perdernos entre tecnicismos contamos con un glosario de términos muy útil.
El taller de libros prohibidos es una novela de intriga histórica bien llevada, con un argumento interesante que me enganchó al principio, con personajes bien perfilados y una buena recreación que transporta al lector al Alcalá de 1572. Podría decirse que es un libro muy cuidado con todos los detalles, desde mi punto de vista excesivos y que no aportan nada en determinados pasajes, tanto es así que el lenguaje y las expresiones que usan los personajes me han sacado de la historia en más de un momento y se me ha hecho cuesta arriba centrarme en la lectura.
Tampoco ha contribuido el ritmo pausado, en términos generales, si bien hay algunas escenas de más acción que consiguieron centrarme nuevamente en el argumento. Hay datos históricos en los que se recrea demasiado, no en vano la autora estudió Historia, que con un par de pinceladas para contextualizar habrían sido suficientes.
No ha sido una mala lectura pero se me ha hecho bola en algunos momentos por lo que comentaba anteriormente, especialmente por el ritmo pausado y la forma de expresarse de los personajes, pero sí me ha gustado conocer el funcionamiento de las imprentas de aquella época tan oscura, donde había que controlar la palabra y el pensamiento, donde la Inquisición censuraba y prohibía aquellos libros susceptibles de hacer pensar por sí mismos a todo aquel que lo leyera y donde imprimir y vender libros podía suponer una actividad peligrosa.
Autora: Olalla García
Editorial: Ediciones B
Lugar de edición: Barcelona
Año de edición: 2018
Número de páginas: 571
ISBN: 9788466664332
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Opinión
Esta novela nos traslada a la ciudad universitaria de Alcalá de Henares a mediados del siglo XVI donde conoceremos a Inés Ramírez, una joven viuda que debe hacerse cargo del negocio que hereda de su marido: un taller de libros.
Pese a que Inés es una joven recatada y obediente, que debe guardar luto, decide continuar con el negocio de su esposo y tomar las riendas del taller. Entre las llaves que tenía Antonio, su marido, hay dos que le son desconocidas y quiere averiguar qué abren porque está segura que su difunto tenía algo que esconder.
A partir de aquí Inés se verá envuelta en una situación compleja en la que los naipes marcados y una hoja con nombres mitológicos pondrán su vida patas arriba cuando empieza a descubrir en qué asuntos turbios estaba envuelto Antonio.
No estará sola ante el peligro porque contará con la inestimable ayuda de Pierre, un joven tirador gascón que trabaja en la imprenta de su cuñado, y con la del padre Eusebio, un sacerdote jesuita, que le ayuda con la pieza clave para que todas las demás encajen en su lugar y el misterio de Antonio quede resuelto.
Pese a que Inés es la protagonista principal El taller de libros prohibidos es una novela coral que cuenta tanto con personajes ficticios como reales y la lista de dramatis personae que se incluye al final nos ayuda a saber quién es quien. Entre estos secundarios destacaría el personaje de María Ramírez, la hermana de Inés, una mujer de carácter y pensamientos feministas demasiado adelantados para la época.
Decía que Inés es la protagonista pero también lo son los libros y todo su mundo porque conoceremos cómo funcionaba una imprenta de aquella época, los tipos de papel y los diferentes tamaños, las tintas, las guardas y todo lo esencial para dar vida a un libro y para no perdernos entre tecnicismos contamos con un glosario de términos muy útil.
El taller de libros prohibidos es una novela de intriga histórica bien llevada, con un argumento interesante que me enganchó al principio, con personajes bien perfilados y una buena recreación que transporta al lector al Alcalá de 1572. Podría decirse que es un libro muy cuidado con todos los detalles, desde mi punto de vista excesivos y que no aportan nada en determinados pasajes, tanto es así que el lenguaje y las expresiones que usan los personajes me han sacado de la historia en más de un momento y se me ha hecho cuesta arriba centrarme en la lectura.
Tampoco ha contribuido el ritmo pausado, en términos generales, si bien hay algunas escenas de más acción que consiguieron centrarme nuevamente en el argumento. Hay datos históricos en los que se recrea demasiado, no en vano la autora estudió Historia, que con un par de pinceladas para contextualizar habrían sido suficientes.
No ha sido una mala lectura pero se me ha hecho bola en algunos momentos por lo que comentaba anteriormente, especialmente por el ritmo pausado y la forma de expresarse de los personajes, pero sí me ha gustado conocer el funcionamiento de las imprentas de aquella época tan oscura, donde había que controlar la palabra y el pensamiento, donde la Inquisición censuraba y prohibía aquellos libros susceptibles de hacer pensar por sí mismos a todo aquel que lo leyera y donde imprimir y vender libros podía suponer una actividad peligrosa.
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